lunes, 25 de febrero de 2013

Raúl Castro, protagonista de la evolución cubana.



Alejandro Toral
26 febrero 2013

La isla de Cuba es uno de los reductos del mundo donde aún el comunismo continúa controlando la vida de las personas, mediante un gobierno central, encabezado por un partido único; en este caso, el Partido Comunista de Cuba quien ha estado bajo el yugo de los hermanos Castro, Fidel y Raúl, desde los años 70. No obstante, en el siglo XXI tras la caída de la URSS y la “neoliberalización” del régimen chino, Cuba se ve sumergida en un mundo capitalista, forzándola a reformar y eliminar aspectos de la dictadura para entrar en la dinámica global actual, sin dejar el poder.

Una de las reformas es al control de pasaportes cubanos. El régimen de la isla amplió la estancia de los cubanos en el extranjero, permitió la entrada de emigrantes a la isla y eliminó el costo de 300 dólares para obtener el permiso de salida. Una de las principales beneficiarias de esta reforma es la bloggera opositora, Yoani Sánchez, quien estableció una ruta de viaje por 80 días en América y Europa, empezando por Brasil y visitando México en marzo.

Otra de las reformas en materia política, fue la limitación de los mandatos estatales en un tiempo máximo de 10 años, divididos en 2 periodos consecutivos de 5 años, permitiendo el reciclaje de las élites políticas; así como hacer eficiente el sistema mediante la eliminación de Ministerios y la de plantilla gubernamentales, con el fin de ampliar el sector privado naciente.
En cuestión económica, el régimen permitió la compraventa de inmuebles, vehículos, electrónicos, celulares (obtenidos antes solo por empresas o extranjeros); así como hospedarse en hoteles para turistas. Sin embargo, estos avances aun tienen lastres porque los ciudadanos no puedes adquirir más de una vivienda o no pueden comprar autos nuevos en comercializadoras.

Lo malo de estas reformas es que no existe un real apoyo de la cúpula gobernante cubana hacia la iniciativa privada, como sí lo hubo en China cuando este país empezó a mirar hacia el exterior. Otra desventaja es que empieza a mostrarse una división de clases marcada en Cuba por la desigualdad de salarios o entre la gente que recibe divisas o no, solo estas últimas podrían obtener los beneficios de las reformas. Además, la libertad de expresión y manifestación aún no están permitidas en la isla, ocasionando que los opositores sigan con el temor de alguna represalia al exponer su oposición a los hermanos Castro.

La buena noticia de estas reformas es el capitalismo de estado que está surgiendo en la isla, mediante la conservación de los servicios gratuitos de salud, educación y seguridad social; las cuales son bandera del régimen cubano y sin duda lo han hecho bien hasta la fecha.

Espero que en el segundo periodo, Raúl Castro continúe reformando política y económicamente la isla hacia un Estado de Bienestar, el cual puede ayudar a fortalecer el mercado e industria internos; porque si el régimen cubano entra al neoliberalismo de lleno, será otro país latinoamericano más que destaque en las estadísticas de pobreza.


atoral.chavez@gmail.com