5 de abril de 2011
Por Alejandro Toral.
Hace dos semanas, el Presidente de los Estados Unidos dio su primera visita, desde su toma de posesión, a la región latinoamericana prometiendo programas con una pseudo nueva imagen y actitud hacia la región. Ante este acontecimiento, Hugo Chávez, el antagonista al “imperialismo”, no pudo quedarse quieto ante la presencia de Barack Obama en la región que considera una zona libre de EUA; así que realizó una contra-gira a Argentina, Uruguay, Bolivia y Colombia; para reafirmar los intereses económicos, y políticos, venezolanos en Sudamérica.
Argentina fue la primera parada del precursor bolivariano. En Buenos Aires firmó acuerdos donde el casi conglomerado estatal venezolano, Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), se verá beneficiada con inversiones en la construcción de astilleros por $83mdd y otros acuerdos en el rubro de energía, industria y alimentación. En el terreno político, Hugo Chávez no perdió la oportunidad de opinar sobre situaciones internas, comentando que él apoyaba a Cristina Fernández, su gran amiga, para las próximas elecciones presidenciales de octubre.
Sin embargo, lo más sorprendente para muchos, fue el reconocimiento que le dio la Universidad de La Plata con el premio al periodismo “Rodolfo Walsh”, por su programa Aló Presidente. Este galardón no pudo ser mejor maquinado, por ser entregado el mismo día que la Corte Interamericana de Derechos Humanos recibiría audiencias privadas y públicas de organizaciones que denuncian violaciones de Derechos Humanos por el gobierno venezolano; la coyuntura además se prestó para proponer un Consejo de Derechos Humanos en el Unasur. El reconocimiento parece un tipo de burla al periodismo cuando en el país bolivariano se ha censurado a los medios de comunicación en contra de Hugo Chávez, acusándolos de servir al “imperio”; y a veces, persiguiendo lícitamente a los dueños de tales empresas.
La segunda estación fue en Montevideo, con su homólogo ex guerrillero, José Mújica, donde recibió el apoyo para su pronta entrada al Mercosur, bloqueada por la negativa del Congreso paraguayo, lo que ayudaría a integrar más ambas economías. Los acuerdos se dieron principalmente en el terreno petrolero, donde la local Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) logró un pacto para la explotación del 40% de las reservas petrolíferas en la cuenca del Orinoco, auspiciadas por PDVSA; a pesar de la deuda uruguaya de $700mdd por “cooperación energética”, o venta preferencial de energéticos, hacia Caracas. En el marco económico-financiero, Chávez y Mujica reforzaron la propuesta para la creación de un Banco del Sur y un organismo petrolero del sur: Petrosur.
La tercera parada fue la sucursal venezolana, llamada Bolivia, en la ciudad de Cochabamba; donde el Presidente Evo Morales ofreció a Hugo Chávez, su pueblo boliviano para defender de cualquier amenaza a la revolución, proveniente de los “imperialistas”. En el país no se realizaron acuerdos de suma importancia, fuera de los normales en cuestiones de seguridad, energía e infraestructura; además del fortalecimiento del eje bolivariano Caracas-La Paz. En realidad, el mandatario venezolano, solo fue a supervisar los programas que financia en Cochabamba, al igual, prometió una próxima visita a otro Departamento beneficiado por la revolución bolivariana: Potosí. Finalmente, el Presidente Chávez aseguró que Bolivia no entrará en conflicto limítrofe con Chile por la salida al mar; este anuncio se da en el marco de una nueva tensión entre La Paz con Santiago.
La cuarta y última estación sería la más relevante de todas, tendría sede en Colombia donde las relaciones bilaterales han mejorado en demasía desde la toma de posesión de Juan Manuel Santos. No obstante, el avión del Presidente Chávez se averió y no pudo llegar a su cita, la cual se aplazó para un futuro próximo. Esta visita sería muy relevante porque se realizarían acuerdos comerciales de gran importancia para ambos países, con el fin de revivirlo después del congelamiento de relaciones bilaterales en el 2010.
Venezuela está buscando, mediante su gira, revivir su economía local, con base en la regional, por estar en deterioro después de sufrir una triple devaluación, al igual que por el desabastecimiento de bienes y servicios, además del estancamiento económico e inflación de doble digito a pesar de un alza en los precios de los energéticos. De la misma manera, se menciona que las visitas tuvieron la intención de realizar una cara opuesta a la de Barack Obama, gira que Hugo Chávez calificó como “manipuladora y enegañosa”, donde se intentó devolver la presencia de EUA, enemigo del socialismo del siglo XXI, a la región en las áreas comerciales y económicas.
Por otro lado, la otra vez invitada a la gira fue Libia, solo que esta vez el discurso fue otro. Hugo Chávez y todos sus homólogos con los que se entrevistó, rechazaron abiertamente la invasión de EUA y la OTAN al país africano. Se mencionó que ahora se están creando nuevos métodos “cínicos y descarados” de colonialismo: generar una guerra civil y luego llegar como el héroe de la situación. Al igual descartó cualquier petición de asilo en Venezuela a Gaddafi. Finalmente, el Presidente de Venezuela, en sus momentos de discurso apasionado, aseguró que el próximo país que la OTAN atacaría sería Siria y después países latinoamericanos.
Concluyendo, analistas mencionan que Hugo Chávez llevaba un mensaje de paz, unión y socialismo; sin embargo se les olvidó mencionar que en su discurso también llevaba esa política del miedo sobre una posible intervención militar de Washington en la región, al igual que la confrontación y polarización que siempre tiene con los sectores no simpatizantes con su movimiento. En cuestión de unidad sudamericana, siguió proponiendo los mecanismos financieros y económicos que Venezuela podrá utilizar para no depender más de los organismos auspiciados por Washington, como el Fondo Monetario Internacional. Eventualmente, el mensaje socialista que llevó también tiene signo de dólares, o de bolívares, con los grandes acuerdos en materia energética que realizó para su principal brazo de Política Exterior: PDVSA.