30 enero 2012
AETC
Pocos ven lo que somos
Pero todos ven lo que
aparentamos
Maquiavelo
¡Qué
gran teatro es la política! La imagen y la reputación de los precandidatos a la
presidencia de la República es indispensable para poder ganar el voto blando,
el de los indecisos, el cual decide quién será el próximo primer o primera
mandataria(o) del país. Andrés Manuel López Obrador se preocupó por su imagen
al moderar su discurso a uno amoroso; Josefina Vázquez Mota habla sobre una
candidata que proviene de la ciudadanía. Así, el del PRI, Enrique Peña Nieto,
se divorcia mediáticamente de Elba Esther Gordillo, por muchos considerados el
gran lastre de la educación. Pero ¿Qué tan cierto es este último cambio?
Elba
Esther Gordillo, la mujer más poderosa de México impuesta en el Sindicato de
Maestros en 1989 por el Presidente Carlos Salinas; al igual influyente no por
los votos que ella posee, que son cerca de 2 millones, sino por la manera de
movilizar a la gente el día de la votación. Recordemos la manera en la que
candidatos aliados con ella han tenido un gran número de votos a favor con o
sin su partido Nueva Alianza (Fuente).
Además, destruyéndola o aliándose con ella, es la única manera de poder tener
una real reforma educativa, esto no quiere decir que la posible nueva ley sea
positiva o negativa para los ciudadanos.
El
Panal, partido de Gordillo, había planeado alianza con el PRI para las
elecciones presidenciales de 2012, gracias a la gran amistad que tiene Elba
Esther con Enrique Peña Nieto y con el ex gobernador de Coahuila, acusado de
dejar en la banca rota a su Estado: Humberto Moreira (Fuente),
quien gracias a la “maestra” pudo falsificar los datos de certificación de
lectura estatales, siendo Secretario de Educación, para lanzar su candidatura a
gobernador de Coahuila. Además, la “alianza” se consolida aún más porque Elba
Esther tiene una amistad con Carlos Salinas de Gortari, quien no oculta su
cercanía a Enrique Peña Nieto.
La
alianza PRI-PVEM-PANAL parecía inquebrantable para las elecciones de 2012, sin
embargo, entre los PRIístas causaba molestia la designación arbitraria de
Humberto Moreira para elegir a los candidatos al Senado de Chiapas y Sinaloa,
quienes eran la hija y el yerno de Elba Esther Gordillo respectivamente. El
PRI, un partido que ha promovido la unidad a pesar de estar dividido en
cacicazgos, no pudo darse el lujo de que el incendio interno se expandiera,
causando fugas de militantes, así, decidió que por su “unidad” la coalición con
Nueva Alianza se desintegraría.
Francisco
Labastida, ex candidato presidencial, felicitó al PRI por haber tomado la
decisión de separarse de nueva Alianza, porque así el PRI impulsaría las
reformas educativas que tienen en su programa; además para salvaguardar la
integridad del partido. Por el otro lado, Elba Esther fue raramente moderada en
su discurso hacia el PRI, diciendo que la alianza con Peña Nieto continúa sin
ir en coalición y que la ruptura fue por los dirigentes de cada partido. Agregó
que ella espera ver un o una candidato(a) ciudadano para la presidencia de la
república por el PANAL.
La
reacción de Elba Esther Gordillo es muy moderada y ecuánime, algo que no es
propiamente de su carácter, ya que es una mujer que no le gusta cuando las
cosas no le salen como ella quiere, evidenciando aún más la ruptura como una
farsa o un teatro con el fin de mejorar la imagen de Enrique Peña Nieto. Lo más
agresivo que comentó “la maestra” fue: “El PRI aún no es el partido del
futuro”, claramente eso fue para los que estaban en contra de la alianza con el
PANAL, no específicamente con el nuevo PRI que tiene las mismas viejas mañas de
siempre, representado por el precandidato presidencial.
Finalmente,
el PANAL lanzará a su “candidato ciudadano” a la Presidencia de la República,
como lo hizo en 2006 con Roberto Campa, pero apoyando al PANista Felipe
Calderón; esta vez será sin duda al PRIísta Enrique Peña Nieto. Ante este
escenario es inútil la insistencia de Ernesto Cordero por quererse aliar a Elba
Esther Gordillo, debido a que ella sabe quién es su candidato. Josefina y Andrés
están por más que descartados para pelearse la movilización electoral poderosa
del SNTE. Candidato del PANAL solo estará como pantalla tratando de ganar votos
para los candidatos a diputados, senadores o presidentes municipales que tenga
el partido; porque ya está decidido que Elba Esther Gordillo irá con Peña
Nieto. La alianza sigue en pie.