Alejandro Toral
28 junio 2012
Este 2012 vivimos unas elecciones de características que varios medios no predijeron: el dinamismo, las manifestaciones, la violencia y el internet. Tanto los 4 candidatos como gran parte de los ciudadanos pensábamos que para Peña Nieto estos 3 meses serían un mero trámite; no obstante, a estas alturas del partido, las 3 opciones tienen oportunidad de ganar.
Considero que entre los 4 candidatos, el que más disfrutó las campañas fue Gabriel Quadri, porque solo buscaba conservar el registro de panal, junto la ayuda que el PRI le daba en algunas alianzas estatales como Chiapas y el Estado de México. Además que él decía lo que nadie más podía proponer: Pemex SA, legalización de la marihuana, entre otras. Destacó por su gran nivel de oratoria.
Josefina Vázquez Mota en su campaña se quedó sola desde el principio en el Estadio Azul y después su propio partido la abandonó por disputas internas o porque simpatizaban con Peña Nieto: Vicente Fox y Manuel Espino. Su campaña fue la única que empezó meses después que las de sus contrincantes mostrando una candidata gris y aburrida hasta el segundo debate.
López Obrador trató de enmendar los errores que en 2006 lo llevaron a la derrota. Este año sí fue a todos los lugares que lo invitaron e incluyó un real gabinete de coalición, con gente de izquierda como Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente; hasta de derecha como Fernando Turner y Manuel Clouthier. A mi parecer fue la campaña más exitosa porque logró reducir su percepción negativa y agregar indecisos a sus filas, con una curva de ascenso que la soberbia de AMLO paró al no responder con eficacia a la guerra sucia y hablar de fraude recordando 2006.
Finalmente, Peña Nieto solo se presentaba y hablaba en lo políticamente correcto, no se salía del guión y hasta usaba teleprompter. Indiscutible ganador hasta que apareció el movimiento Yo soy132 que se convirtió en una piedra en el zapato, no obstante la desorganización y división hizo que el excelente aparato de comunicación del PRI lo desprestigiara entre los votantes indecisos; aunado a los grupos de choque que han matado, golpeado, investigado y secuestrado a gente de ese movimiento.
Ninguno de los tres llega limpio al día de las elecciones, muchos trapos sucios abundan en su historial y más el del PRIista. Durante varios escritos he apoyado la alianza AMLO-JVM para impedir que la dictadura del PRI se traslade de Veracruz, Coahuila, Michoacán, entre otros, a todo México. Es tiempo de pensar en el futuro como democracia, es hora de que el PRI no nos siga mintiendo con que "ya cambió". Por tales razones me gustaría mucho ver una declinación de Vázquez Mota y el voto útil del PAN en la izquierda; además de festejar el próximo lunes que López Obrador sea el próximo Presidente de México.
