11 de abril de 2011
Por Alejandro Toral.
América del sur se divide en dos bloques, debido a la ideología política de sus respectivos gobiernos: mientras que en la región los Presidentes de izquierda son la norma; en Colombia, Perú y Chile rigen los partidos de ideología creyente en el neoliberalismo y los beneficios del libre comercio. Esta característica no es espontánea, debido a que del lado Pacífico sudamericano, a excepción de Colombia, los países se integran en la región más activa comercialmente del mundo: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC); en el que México también se incluye.
Ante dicha característica, el Presidente de Perú, Alan García, convocó para la creación del “Acuerdo Pacífico” el cual traerá beneficios comerciales a los países latinoamericanos con costa al Océano Pacífico y la posibilidad de crear un bloque regional en la APEC. Para tales fines, García está apoyando a Colombia para su pronta entrada al foro Asia-Pacífico, además convocó a una reunión entre los mandatarios de México, Colombia y Chile en Lima para el próximo 28 de abril de 2011. El mandatario peruano comentó que la realización de tal acuerdo sería el “triunfo claro y definitivo” de la democracia que abre sus mercados al mundo, a diferencia de otros modelos económicos estatistas sudamericanos.
Actualmente los cuatro países involucrados tienen Tratados de Libre Comercio firmados, o al menos Acuerdos de Complementación Económica, con posibilidades de negociar para establecer un TLC formal. En el caso mexicano, se tiene un Tratado de Libre Comercio con Chile, otro con Colombia, en el marco del G-3 donde estaba incluida Venezuela; y un Acuerdo de Cooperación Económica (ACE) con Perú. Por tal razón, el Secretario de Economía mexicano, Bruno Ferrari, anunció los proyectos para ampliar el ACE con Lima y extender el TLC con Bogotá, sin Caracas.
La ampliación del Acuerdo de Cooperación Económica México-Perú es la negociación que se ha ido llevando a cabo recientemente. Bruno Ferrari visitó a su homólogo peruano, Eduardo Ferreyros, para la firma de la extensión del acuerdo, con visto bueno de Alan García. Dentro de este tratado se estableció una reducción del 40% al 80% en varios productos agrícolas y electrónicos. El Secretario de Economía mexicano aseguró que con el tratado, el campo mexicano será el mayor beneficiado, mientras que el Ministro de Comercio Exterior peruano comentó que las Pymes de su país podrán verse favorecidas con la importancia comercial de México y sus inversiones en Perú.
Mientras que las negociaciones comerciales entre políticos de ideologías similares siguen marchando correctamente, las elecciones presidenciales de Perú se realizaron el domingo 10 de abril de 2011. Tales comicios electorales podrían poner en duda el futuro de los acuerdos con Chile, Colombia y México; debido a que un cambio en la política económica y comercial peruana se acerca cada vez más, con un político local controvertido que ganó la primera vuelta electoral: Ollanta Humala, del Partido Nacionalista Peruano.
Ollanta Humala, ex militar peruano y ex candidato presidencial en 2006, pasó a una segunda vuelta electoral con la hija del ex Presidente Alberto Fujimori: Keiko Fujimori; con una ventaja de aproximadamente 7 puntos. Humala es el candidato de izquierda que subió rápidamente en las encuestas, según Fujimori, gracias a los cables de Wikileaks donde se descubrió una alianza del ex mandatario, Alejandro Toledo, y la embajada de EUA en contra del candidato por supuestamente recibir órdenes y financiamiento del venezolano Hugo Chávez. Al igual, durante las elecciones, el candidato recibió acusaciones de varios sectores peruanos quienes lo tildan de dictador, izquierdista radical, ser un peligro para el Perú, representar el retroceso del país, ambiciones de perpetuarse en la Presidencia y tener una gran afinidad con Hugo Chávez.
Para comprobar un poco la veracidad de las acusaciones, se presenta el proyecto de nación de Ollanta Humala; donde se establece que se estatizarán las áreas estratégicas de la economía nacional, además de su repudio al modelo neoliberal que se ha llevado en Perú, a pesar de ser el país latinoamericano con mayor crecimiento en 2010, después de la crisis económica internacional. Por otro lado, los proyectos integracionistas de Humala se basan en incrementar la industria petroquímica peruana, por medio de la Comunidad Andina de Naciones (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), donde Hugo Chávez puede ver una gran oportunidad de inversión con Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA) y con la probabilidad de un gran aliado al crear una Comunidad Andina Energética.
Ollanta Humala, en el ámbito comercial, piensa fortalecer las relaciones con Brasil y fomentar el comercio sur-sur; lo que podría minar el “Acuerdo Pacífico”. Además planea crear una nueva arquitectura financiera internacional independiente de los organismos mundiales como el Fondo Monetario Internacional y el Grupo Banco Mundial. Entre estas iniciativas, el Presidente Venezolano entraría con mayor fuerza en la creación de un Banco del Sur.
Eventualmente, en el terreno de la seguridad, Ollanta Humala podría crear una nueva tensión con su vecino Chile, país con el que se tiene una disputa limítrofe en La Haya, después que el Presidente Sebastián Piñera y un diputado de su partido comentaran que el triunfo del izquierdista traería un giro a las relaciones bilaterales, hasta ahora en una calmada tensión. Humala, al igual, propondría un control armamentista regional y homologación en gastos militares, con el fin de no pensar más en una carrera armamentista sudamericana, inferida por las compras de equipo militar de Chile, por medio de la Ley Reservada del Cobre.
Alan García aborrecería cederle la banda presidencial a Ollanta Humala, esto se comprueba con una declaración del mandatario que se reveló por un periodista local, diciendo que si ganaba el izquierdista, él mismo le haría un golpe de estado; sin embargo, los últimos comentarios del Presidente, después de conocerse al ex militar como puntero en el conteo rápido, fueron más moderados porque según García, compartían bastantes ideas en el proyecto de nación, en especial los Tratados de Libre Comercio firmados en los últimos 5 años.
La victoria de Ollanta Humala en Perú, a pesar de identificarse a sí mismo con el tipo de izquierda del ex gobierno brasileño de Lula da Silva, traería un nuevo adepto a Hugo Chávez en la región, tal vez con una moderación como la mostrada por el Presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Dichos eventos podrían cambiar la balanza de relaciones comerciales con los países del “Acuerdo Pacífico” y otra vez echando a la basura los procesos integracionistas latinoamericanos por un simple cambio de gobierno. Es posible que las relaciones Santiago-Lima se tensen y La Paz encuentre un aliado para su tan anhelada salida al Océano Pacífico. Estas son prospectivas, pero el futuro dirá.