9 enero 2012
AETC
La Independencia fue nuestra
grandeza
La Libertad nuestro
mayor anhelo
¡La Paz el tesoro de
riqueza
Que ha engrandecido
nuestro patrio suelo!
Con
este fragmento de poema, el Presidente Porfirio Díaz inauguró la columna de la
independencia a las 10am el 16 de septiembre de 1910, con la presencia del entonces
gabinete, comisiones legislativas, cuerpo diplomático, enviados y delegados extranjeros;
acompañados de mujeres que recibieron como regalo chalinas de seda blanca con
colores patrios.* Este monumento que representa el centenario de la
independencia de México, fue finalmente terminado después de haber sido
planeado desde 1846 por su “Alteza Serenísima” Santa Anna.
Cien
años después de ser inaugurado el Ángel de la Independencia, correspondía al
Presidente Felipe Calderón celebrar los festejos del bicentenario. Se inauguró
la “Ruta 2010” la cual difícilmente podríamos adivinar los ciudadanos que se
trataba de las rutas que siguieron los insurgentes; los festejos del 15 de
septiembre los cuales tuvieron varios bailables, desfile con carros alegóricos,
pero con un grito muy opaco, un coloso desconocido, amenaza de atentado, los
fuegos artificiales de todos los años y la nula presencia de mandatarios extranjeros.
No
obstante aún restaba el monumento que se alzaría para festejar el bicentenario,
la sede era la avenida del Paseo de la Reforma. La licitación para el emblema
de los 200 años de independencia se abrió con el nombre “Arco del Bicentenario”
sin embargo ganó un monumento de dos torres verticales con luz y sonido,
llamada “la Estela de Luz”, diseñada por el arquitecto César Pérez Becerril con
un presupuesto original de 280mdp.
El
día de la inauguración, el Presidente Felipe Calderón dijo que la Estela de Luz
es un emblema de la nueva era para México, donde florezca una nación más
segura, justa y próspera. Alonso Lujambio, SEP, también comentó que el costo
había valido la pena por ser una de las construcciones más novedosas de la
arquitectura mexicana. Para la apertura del monumento se organizaron bailables por
el INBA, un DJ con el que se prendían las luces del monumento al ritmo de la
música, orquesta y voces de poetas.
Sin
embargo, la Estela de Luz, que corría a cargo del Secretario de Educación
Pública, Alonso Lujambio, y la Presidente de Conaculta, Consuelo Sáizar, ni fue
inaugurada el 15 de septiembre de 2010 ni costó los 280mdp planeados. La Estela
de Luz sufrió atrasos por malos manejos e irregularidades por parte del
gobierno y las constructoras a cargo de su edificación; terminándola en diciembre
de 2011 e inaugurada oficialmente el 7 de enero de 2012, con un costo final de 1,035
mdp tras un escándalo que llegó a la Procuraduría General de la República y el
Poder Legislativo por el no saber dónde quedaron los casi 800mdp de exceso.
No
solamente los retrasos, las acusaciones de mal manejo y los 800mdp perdidos
fueron los únicos que opacaron la inauguración de la Estela de Luz. El domingo
8 de enero se dieron cita manifestantes con pancartas que el monumento era el “Símbolo
de la Corrupción y la Impunidad del Gobierno”, proponiendo que ahí se hiciera
un monumento para recordar la corrupción que existe en nuestro país. Otros
también sugirieron que la Estela de Luz fuera un lugar para recordar a los
miles de muertos por la guerra contra el narcotráfico, planeada este sexenio.
Daniel
Gershenson fue uno de los activistas que llegaron a la Estela de Luz
manifestándose con un moño negro y una veladora en las manos, para recordar a
los muertos por el narcotráfico además de mostrar su rechazo al “bodrio” por el
costo estratosférico del monumento. Los inconformes, que se decía eran del movimiento
de Javier Sicilia, propusieron la construcción de una losa con los nombres de
los muertos y desaparecidos en los últimos 5 años por el crimen organizado.
Al
igual que el ángel de la independencia, la Estela de Luz fue satanizada por los
grandes lujos que tuvieron los gobernantes para festejar el centenario y
bicentenario de la independencia nacional en medio de una crisis social y
global, en el caso de 2011. Los problemas de corrupción en la Estela de Luz ya
fueron exhibidos y deberían de seguir siendo investigados para saber dónde
quedaron esos 800mdp, al igual que investigar otros asuntos de desvío de fondos
que sobran en México, como las enormes deudas de Coahuila, Veracruz y Estado de
México.
La
Estela de Luz debería de ser un monumento a las víctimas por la guerra contra
el narcotráfico, además de seguir con las propuestas de ser un monumento para
recordar toda la corrupción que existe en nuestro país por todos los partidos
políticos, gobernantes y hasta ciudadanos. A mi parecer el proyecto más competitivo
y que más representaría al bicentenario sería el proyecto original del Arco (Fuente)
*Assad,
Carlos Manuel (2005) La Patria en el
Paseo de la Reforma, FCE UNAM, México, pp. 91,92