lunes, 25 de abril de 2011

BRICS: del comercio a la política y ¿un nuevo orden mundial?

25 de abril de 2011
Por Alejandro Toral



Durante los últimos 10 años hemos escuchado hablar sobre un nuevo orden mundial en las cuestiones políticas y económicas. En 2001, los ataques del 11 de septiembre y la guerra contra el terrorismo marcaron las pautas en el terreno político; mientras que la aparición de economías y mercados emergentes, inclinados al multilateralismo mundial, surgían de regiones del globo consideradas en el 3° mundo: Brasil y México en América; Sudáfrica y Nigeria en África; Corea del Sur, India y Rusia en Asia. De esta clasificación, Goldman Sachs tomó a Brasil, Rusia, India y China para formar un grupo utópico, para ese año, de países emergentes, llamado BRIC.

Los BRIC, a pesar de haberse creado como acrónimo en 2001, celebraron su III cumbre en la ciudad china de Sanya, a mediados del mes de abril, donde se daba la bienvenida a un nuevo miembro al grupo económico: Sudáfrica; cambiando su nombre a BRICS y creando una mayor pluralidad en el foro, incluyendo una voz africana para los acuerdos económicos y políticos que se concluirían en la cumbre.

Los propósitos de la reunión se basaban en proponer reformas y nuevos mecanismos económicos y financieros mundiales, especialmente en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM); al igual acordar una posición común ante la reunión del G20 en Francia para finales de año y la institucionalización del foro BRICS para un mayor avance en los acuerdos establecidos.

Dentro de los acuerdos que se establecieron:
1.       La propuesta de regresar al mecanismo del DEG, como divisa internacional en el FMI, la cual es una combinación del dólar, libra, euro y yen; con el fin de minar la prioridad del dólar en las transacciones internacionales, porque esta moneda podría devaluarse con el déficit comercial y deuda que presenta EUA.
2.       Reformar el FMI y el BM. Sustituir la importancia de las reuniones del G8 por las del G20.
3.       La creación de un sistema de reservas internacionales de divisas de base amplia para generar certidumbre; con una independencia del dólar.
4.       El apoyo de Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, para aprobar la reforma en el órgano con el propósito de que los demás integrantes del BRICS obtengan su asiento permanente.
5.       Condena al uso de la fuerza en Libia y el apoyo a las negociaciones de la Unión Africana con Muhammar Gaddafi y la oposición libia.

Los acuerdos mencionados han sido puntualizados muy frecuentemente, no solo por los BRICS, sino por varias voces en el planeta quienes buscan adaptar los organismos internacionales de la segunda posguerra mundial, a las necesidades del Siglo XXI. Sin embargo, se encuentran posiciones adversas a lo planteado; simplemente en el BRIC, China es un fiel opositor a que el Consejo de Seguridad se abra a nuevos miembros permanentes lo que podría afectar las ambiciones de India y Brasil para obtener su posición deseada en el órgano. Al igual, estos dos países están preocupados por las manufacturas chinas muy baratas, que inundan su mercado; finalmente, otro conflicto viene por la posible sobre valuación del yuan, moneda china, que afecte las exportaciones e inversiones de los países miembros.

Julia Sweig, especialista en Brasil y América Latina del Council on Foreign Relations, señala que Brasil y EUA tienen las mismas rivalidades con China: los tres países pelean por los recursos naturales sudamericanos, africanos y asiáticos, los cuales Beijing se está apropiando con una gran ventaja, gracias al pragmatismo que desempeñan sus empresarios y negociadores. Dilma Rousseff, durante su visita en China, reconoció tal cualidad que tienen los negociadores de Beijing, por lo tanto tiene en cuenta al gran rival que se enfrenta, al menos, en Sudamérica. Por tal razón, Brasil desea atraer toda inversión y cooperación con China en los rubros de Ciencia y Tecnología.

Durante su entrevista con el Primer Ministro chino, Hu Jintao, la Presidenta Rousseff logró establecer acuerdos en los rubros de tecnología, energía, aviación, educación y agricultura; entre los que destacan:
1.       Avances en la Cooperación en el área aeroespacial CBERS (Satélite Sino-Brasileño de Recursos Terrestres) al lanzar el cuarto y quinto satélite para monitorear la amazonia.
2.       Firmas de Memorandum of Understanding para la construcción de una planta de Foxconn, manufactura del iPad, con una inversión de $12,000 mdd.
3.       La futura construcción de una planta de Sao Paulo de ZTE, empresa de telecomunicaciones, con la inversión de $221.5 mdd.
4.       Acuerdos de compra-venta de aviones entre la brasileña Embraer y Hebei Airlines.
5.       Demás acuerdos en establecimientos de centros de investigación nanotecnológica.

La visita de Dilma Rousseff a China dio como resultado grandes expectativas, la mandataria la definió como un “salto de calidad” en las relaciones bilaterales, porque ha logrado atraer mayores inversiones chinas, además de la entrada para materias primas brasileñas con un valor agregado al mercado del país asiático. No obstante, Rousseff dejó claro que su prioridad, tanto en economía como en política, es América del Sur y su integración mediante el Unasur y el Mercosur. Al igual comentó sobre sus intereses en África y Asia, sin descuidar las relaciones con EUA y Europa.

Donde se pueden estar prendiendo los focos rojos es en Washington, al ver como Brasil incrementa sus relaciones con Beijing, a pesar de la visita de Barack Obama al país sudamericano durante marzo, por medio de un posible incremento de las exportaciones de materia prima brasileña al país asiático, las que ya generan un superávit de $5,200 mdd al sudamericano, convirtiéndolo desde abril de 2009 en el mayor socio comercial de Brasil. De esta manera, Beijing está entrando por la puerta grande a lo que era el área exclusiva de influencia para Washington, sin embargo, como siempre ocurre en América del Sur y Latinoamérica: los países salen de un “verdugo” para entrar a otro, peor o menos cruel, no importa, de todas maneras es un país más que los explotará en contra de sus beneficios nacionales.

Un nuevo orden mundial está surgiendo con el protagonismo de los BRICS, donde China tiene el indiscutido papel principal gracias a su pragmatismo y su avance en el comercio global; solo teniendo como antagonistas más serios a la influencia de Brasil e India. Mientras tanto, Estados Unidos y Europa están sumidos en la crisis desde hace 3 años, sin poder sanear completamente sus sectores financieros y económicos. El nuevo orden mundial tiene nuevos actores, sin embargo tiene las mismas prácticas comerciales globales, solo que en este caso, las prácticas chinas son aún más agresivas que las ejercidas por EUA y Europa en el pasado.