7 mayo 2012
Alejandro Toral
El primer debate presidencial
se esperaba con ansias entre la gente interesada en la política nacional y las elecciones.
Tras varios conflictos de programación del evento, se rumoraba que Enrique Peña
Nieto, el favorito en las encuestas, evadiría las acusaciones que Vázquez Mota
y López Obrador le harían sobre su pasado corrupto y de mentiras. Sin embargo, nadie
contaba con el arma secreta del priísta: el candidato de su indiscutible
aliada, Elba Esther Gordillo (Fuente)
Gabriel Quadri, candidato de
Nueva Alianza, hizo el trabajo intelectual a Enrique Peña Nieto, del cual
sabemos carece. Quadri no solo mencionó las propuestas de Elba Esther Gordillo,
sino dio espaldarazos a lo que el priísta mencionaba: los segundos pisos que se
cobran y la “privatización” del petróleo con Pemex S.A. Además, lo más relevante,
ayudó a minimizar los ataques del izquierdista y la panista contra Peña Nieto,
atacando sus propuestas de manera sutil.
Josefina Vázquez Mota,
acartonada y vestida muy masculina, no pudo asegurar ningún golpe contra el
priísta, es más, hasta la noquearon con las acusaciones de haber faltado en el
Congreso durante la aprobación de reformas. La candidata oficialista más se
dedicó a hacer promoción de los programas panistas como oportunidades y las
becas, además de la guerra de Calderón.
López Obrador dejó el AMLOve
durante el debate y volvió a su costumbre de atacar a sus contrincantes como en
2006 sin ideas de cómo mejorar México, porque le faltó dar sus propuestas sobre
los temas que trataron, ya que las tiene y están a la vista en el Distrito
Federal, entidad que tiene bastantes ventajas sobre muchas de las ciudades del
país en seguridad, nivel de vida, infraestructura, vivienda y empleo.
Gabriel Quadri, el candidato
de Elba Esther Gordillo, triunfó en este debate porque el Panal logrará su
registro gracias al buen nivel de oratoria que posee. Así mismo, Enrique Peña
Nieto, es posible que baje un poco en las encuestas al perder credibilidad
entre la gente que votaría por él, debido a que no “respondería acusaciones de
sus adversarios” para “no dividir a México”, no obstante ganó que Quadri robara
votos valiosos de indecisos, el peligro latente al clientelismo y voto duro
priísta.
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