lunes, 20 de junio de 2011

Agustín Carstens, cruzada por la dirección del FMI

20 Junio 2011
AETC

A mediados de mayo de 2011, el ex Director del Fondo Monetario Internacional (FMI), el izquierdista francés Dominique Strauss-Kahn, se enfrentó a una acusación por violación de acoso sexual e intento de violación a una mucama de un hotel. Estas acciones fueron catalogadas como movimientos políticos que se efectuaban desde Francia, donde el Presidente Nicolás Sarkozy, quien se prepara para las elecciones de 2012 con baja popularidad, deseó eliminar a su principal rival político de izquierda, dejando a la oposición de su país sin liderazgo político. A pesar de provocar un escándalo a nivel mundial y la dimisión del Director del FMI.

No obstante, la ausencia de la cabeza del organismo financiero estaba planeada; Nicolás Sarkozy tenía un as bajo la manga: su Ministra de Finanzas, Christine Lagarde, quien remplazaría a Strauss-Kahn, con el apoyo de Gran Bretaña y Alemania, así continuando con la tradición de que el Director del FMI debería de ser de origen europeo. Sin embargo, varios países levantaron la mano también para ocupar la vacante, rompiendo con la tradición, entre ellos Israel, Turquía y Sudáfrica, quienes poco a poco se fueron eliminando de la contienda; pero aún quedaba otro país que quería dirigir el FMI: México, con su Presidente del Banco Nacional, Agustín Carstens.

México, en su calidad de país emergente, nominaría a Agustín Carstens como primer candidato no europeo para dirigir el Fondo Monetario Internacional. El gobierno mexicano lo señala como al que salvó al país de una crisis más catastrófica en 2008, por su buen desempeño como Secretario de Hacienda. Como antecedentes al igual se menciona que Carstens fue Director Ejecutivo del organismo (1999-2000) y Subdirector Gerente del mismo (2000-2003), ganando experiencia y conociendo a fondo las actividades del FMI. Ante estas cartas, el mexicano continuó en la contienda hasta ser nombrado finalista y ser citado en las oficinas del Fondo para plantear sus propuestas durante el 20 y 21 de junio de 2011.

La principal propuesta de Agustín Carstens para el FMI es reformar su estructura de votación, restando importancia a los europeos y beneficiando a los países emergentes, los cuales, juntos, tienen una mayor participación en la dinámica mundial, teniendo la posibilidad de controlar en 50% la actividad económica internacional para 2012. Sugirió que las economías emergentes pueden dar las mejores soluciones y poder prevenir más fácilmente una crisis, debido a que están acostumbradas a lidiar con ellas, por lo tanto, debe existir una mayor participación de estas en los puestos directivos, áreas de Staff y asesores de crisis. Al igual, promueve mayor integración con el G20 y así evitar las decisiones unilaterales que las potencias económicas realizan, afectando a los países en vías de desarrollo.

Otras propuestas se basan en la asistencia a los países para la aplicación de las políticas macroeconómicas, revisión de las finanzas nacionales con el fin de prevenir las crisis, asistencias técnicas y la restructuración de las deudas para los países que ven impagables los montos que deben al organismo. En resumen, Agustín Carstens busca la inclusión de los países en vías de desarrollo al FMI para que pueda ganar legitimidad en este nuevo sistema internacional del Siglo XXI; así eliminando las tradiciones arraigadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Agustín Carstens reconoce su gran desventaja para la ocupación del puesto, debido a que en el Fondo Monetario Internacional, el voto es ponderado, es decir, el porcentaje de votación depende de las cuotas que cada país otorga. Estados Unidos a la cabeza tiene el 16.78% de votación, seguido por Japón, Alemania, Francia y Reino Unido. México solamente posee el 1.47% de los votos, seguido de Argentina con 0.87% y así sucesivamente en todos los países latinoamericanos. Por tal motivo, el actual Presidente del Banco de México, decidió realizar una gira por los países que podrían oponerse a otro Director del FMI europeo y que estén buscando por otras opciones.

Agustín Carstens viajó a España y Portugal, azotados por la gran crisis financiera europea que ha forzado a la Unión Europea a temblar ante los problemas en los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia, España); Brasil y Argentina, principales economías latinoamericanas; Canadá, Alemania; India y China, los antagonistas a Occidente; y Estados Unidos. En su gira internacional, comentó que es el mejor candidato porque conoce al FMI en 360°, además aseguró ser la mejor opción por tener los antecedentes y ser experto en solución de crisis.

En su gira internacional recogió adeptos. Doce países latinoamericanos lo apoyan: Belice, Bolivia, Colombia, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela; al igual España y el Banco Interamericano de Desarrollo. Sin embargo, no pudo obtener el apoyo brasileño debido a que Agustín Carstens es considerado uno de los grandes aliados de Washington. Al igual, por lo visto, Estados Unidos se aliará a Europa y aceptará a la candidata francesa de Nicolás Sarkozy. Pendientes todavía se encuentran los votos de Rusia, India, Sudáfrica y China.

Seguramente Agustín Carstens es el mejor candidato para dirigir el Fondo Monetario Internacional por ser un experto en el manejo de crisis financieras, además de conocer al organismo perfectamente; en esto coinciden los analistas financieros como Moody’s Latinoamérica, Capem Oxford Economic y Saxo Bank; sin embargo, también están de acuerdo en que Carstens no ganará la dirección debido a que los intereses de Estados Unidos, Europa y Japón giran en torno a conservar el status quo en la dirección del FMI, mediante la elección de un europeo, en este caso, la Ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, siendo la primera mujer que dirigiría el organismo. Las financieras concluyen que gracias a la candidatura sobresaliente de Carstens, se ha puesto a México en un puesto de respeto internacional al desafiar el sistema europeo y mundial de la posguerra, manejando, por primera vez en mucho tiempo, una decisión de Política Exterior mexicana sin depender de la opinión de Estados Unidos.

En contraste, la economía y la situación social de México no son cartas positivas para la candidatura de Agustín Carstens. Medios europeos sacan a relucir el aumento de la pobreza en 50%, una disminución en el salario real de las personas, menor distribución de la riqueza, menor calidad de vida en los mexicanos. Al igual atacan que los monopolios dominan la economía del país, aparte de no cumplir completamente con el pago de impuestos. Destacan que el financiamiento para educación y salud no existe, los bajos índices de México en comparación con los demás integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); finalmente concluyen que Agustín Carstens es un financiero tecnócrata.

Estados Unidos, Japón y Europa seguramente votarán en bloque a favor de Christine Lagarde, seguidos de los países africanos, siendo suficiente para obtener la dirección del FMI. Los BRICS, tal vez, se esperarán a la otra oportunidad de renovación para postular a un candidato conjunto, debido a que en esta ocasión se mostró una gran falta de cohesión entre estos 5 países emergentes. Los únicos apoyos de Carstens terminarían siendo los países latinoamericanos y España, tal vez si no es forzada por Europa para votar por Lagarde. No obstante, es probable que la candidatura mexicana de Agustín Carstens abra camino para que los países emergentes puedan adquirir mejores posiciones directivas dentro de los organismos internacionales financieros.

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