23 mayo 2011
AETC
Centroamérica es la zona más olvidada de la región latinoamericana con altos índices de violencia, a excepción de Costa Rica. Durante la segunda mitad del siglo XX ha sufrido Golpes de Estado auspiciados, en su mayoría, por la compañía de EUA United Fruit Company; guerrillas como la Sandinista; dictaduras como la de los Somoza; e invasiones de Washington como en Panamá. Lo que ha provocado subdesarrollo y pobreza en la región, además orillando a la juventud, sin oportunidades, a unirse al crimen organizado: Mara Salvatrucha y Cárteles del Narcotráfico; o pacíficamente emprender la peligrosa migración hacia los Estados Unidos, involucrándose con tratantes de personas, quienes no los prevendrán de asaltos, secuestros o matanzas en el camino.
En estos años, cuando el narcotráfico es la amenaza a derrotar en América Latina, la región central no se queda fuera de esta obligación, ahora con mayor importancia porque en México y Colombia se está combatiendo militarmente. Según palabras en la Asamblea General de la ONU de Laura Chinchilla, Presidente de Costa Rica, el país más pacífico de la región; en septiembre 2010 las bandas del narcotráfico ya estaban traspasando varias de sus actividades a Centroamérica, la cual solo había servido como zona de tránsito; por lo tanto, se debería de atacar con mayor decisión ante tal flagelo con el fin de no verse sometidos en un corto plazo; sin descuidar el respeto a los Derechos Humanos, inteligencia policial y el estado de derecho.
Laura Chinchilla no estaba errada, para 2010, al menos Guatemala tenía presencia de los cárteles mexicanos de Sinaloa (Sur-Pacífico) y del Golfo (Región Norte-Atlántico), estos últimos últimamente han sido remplazados por los mexicanos Zetas, quienes no solo han llevado sus negocios a la región, sino también su disputa con el Cártel del Chapo Guzmán; provocando que el gobierno de Guatemala haya declarado un Estado de Sitio en el Departamento de Alta Verapaz en diciembre de 2010, por alcanzar de 18 a 20 homicidios por día.
Recientemente, la violencia en Guatemala no ha disminuido, debido a que el Presidente guatemalteco Álvaro Colom declaró un segundo estado de sitio en Petén, departamento fronterizo con México, debido al asesinato de 27 personas, supuestamente a manos del cártel mexicano de los Zetas. Al igual, reunió a los Presidentes de El Salvador, Mauricio Funes, y de Honduras, Porfirio Lobo, a funcionarios de Belice y Nicaragua para acelerar la Estrategia de Seguridad Regional propuesta en San Salvador a principios del mes de mayo. La propuesta fue apoyada también por la Presidente Chinchilla desde Washington, donde se encontraba de visita oficial.
Además de la improvisada reunión en Guatemala, el Presidente nicaragüense, Daniel Ortega, fue anfitrión de otra reunión sobre seguridad en Managua, donde recibió a los Presidentes de Guatemala, El Salvador, e inusitadamente al de Honduras, el cual venía de aceptar el regreso de Manuel Zelaya a su país, personaje que también asistió al evento además del canciller venezolano, Nicolás Maduro. Las dos reuniones se marcaron por las mismas propuestas para ser tratadas en la Conferencia de la Estrategia de Seguridad.
· Fortalecimiento de mecanismos de control fronterizo, especialmente vehículos, licencias y documentos de identidad.
· Modernización del Sistema Penitenciario mediante la construcción cárceles seguras y la rehabilitación de jóvenes reos y pandilleros.
· Mejorar la tecnología y equipos de los sistemas de seguridad.
· Intercambio de información de seguridad.
· Programas de jóvenes para que salgan de las pandillas.
Además de las propuestas de seguridad, los mandatarios condenaron la matanza en Guatemala, así como las distintas actividades del crimen organizado en la región: tráfico de armas, drogas y personas; las cuales vulneran la seguridad regional, las instituciones estatales, el desarrollo sostenible y la superación de la pobreza. Al igual, pidieron a la comunidad internacional, en específico a México y Colombia, para que ayuden a recobrar la seguridad centroamericana, la cual costará 600mdd para empezar, según el Presidente salvadoreño Mauricio Funes.
La Conferencia de Estrategias de Seguridad, que será realizada del 22 al 24 de junio en la ciudad de Guatemala, contará con la presencia de los Presidentes de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y el anfitrión; además de los mandatarios de México, Colombia y República Dominicana. Esta es una gran oportunidad para que los países puedan establecer políticas regionales en contra del crimen organizado, el cual está vulnerando la paz y el desarrollo de los habitantes. Según el Banco Mundial en “Crimen y violencia en Centroamérica. Un desafío para el desarrollo” comenta que la violencia es un gran problema en Guatemala, El Salvador y Honduras; además que en los demás países se ha presentado un gran incremento en los últimos años.
A pesar de que Guatemala, El Salvador y Honduras han pedido ayuda en el rubro a México y Colombia, además de recibir el 10% del presupuesto de la iniciativa Mérida desde Washington; la región no ha podido ser pacificada, provocando que El Salvador se haya convertido en el país más violento de América Latina en el 2010, motivo por el cual, el Presidente de EUA, Barack Obama, incluyó a ese país en su visita durante marzo pasado, donde aportó $200mdd para la seguridad.
El crimen organizado es un problema transnacional y, por lo tanto, se debe de resolver de una manera multilateral y regional. Bien decía el Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, que en la Conferencia de Estrategias de Seguridad se deben plantear mecanismos regionales, mas no nacionales, de control y de inteligencia. Este es un problema que se debe resolver en conjunto, porque de nada servirá que un país maneje políticas restrictivas cuando el otro solo maneja actividades de prevención. Además es un buen momento para que esta región se una, en torno a este tema, sin la presencia directa de Estados Unidos, aunque claramente se encontrará parcialmente.
También es una buena oportunidad para que México recupere esa región donde debe ser el líder como en los años 80 y 90: América Central, mediante el tema de la seguridad. En recompensa, México tendrá aun más países que se encarguen del “trabajo sucio” en este tema del crimen organizado porque como se ha mencionado, México no debería depender de la asistencia de los Estados Unidos en el tema de las drogas, sino también debería vigilar su frontera sur, la cual es demasiado porosa y fácil de transitar por el crimen organizado, debido a los mínimos puntos de control fronterizo, vaya, si la gente pasa de un lado a otro en llantas por el Río Hondo, que no pasen las bandas delictivas.
Actualmente, México posee el mecanismo de Proyecto Mesoamérica, la versión evolucionada del Plan Puebla-Panamá, la cual se dedica a crear infraestructura con el fin de desarrollar a la gente de la región. Este organismo, del cual son miembros todos los países centroamericanos más Colombia y México, debe de aumentar sus actividades mediante el involucramiento de la sociedad civil y empresarios de todos los países miembros, con el fin de llevar más oportunidades a los países centroamericanos y la oportunidad para que crezca la presencia mexicana en la región, no solo con intereses políticos, sino también económicos y sociales; destacando el de seguridad y fomento al desarrollo sostenible. Sería indispensable que México se involucrara al 100% en la Conferencia de Seguridad en Centroamérica, con el fin de tener el apoyo regional en su actual lucha contra el Crimen Organizado y poder ver reducida la violencia en su territorio mediante mayores puntos de control en su tan conflictiva y olvidada frontera sur. Las acciones nacionales-locales no han resultado, ya es hora de establecer políticas sociales y de seguridad regionales donde se comprometan y se involucren a todos los países de la región.
efra ahora si me pareció un poco repetitivo pero bien, a gusto!!
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