martes, 28 de junio de 2011

El “hermano mayor” busca llevar lucha antinarcóticos a Centroamérica

28 Junio 2011
AETC

Desde el Siglo XX y hasta la actualidad, se ha comentado que México y Brasil son los líderes indiscutibles de Latinoamérica, a los cuales le otorgan las dos regiones en las que se divide la zona: Centroamérica sería para México y América del Sur para Brasil. Este último ha hecho lo propio mediante el establecimiento de mecanismos como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), junto con los Consejos y órganos que la conforman, al igual, el Mercosur y su expansión. En cambio, México contiene un Plan Puebla Panamá vagamente evolucionado en Proyecto Mesoamérica, el cual no tiene los alcances de las organizaciones sudamericanas, contrastando con el gran activismo que caracterizó al país durante la década de los años 80 y 90, cuando se pacificó la región, en gran ayuda por el Grupo Contadora, ahora Grupo de Río, acciones con la que se ganó el mote de “El Hermano Mayor de Centroamérica”.

Los Presidentes mexicanos, Miguel de la Madrid (1982-1988) y Carlos Salinas (1988-1994), tenían muy claro la relevancia que tiene la seguridad y el desarrollo de Centroamérica para tales características en México. Hace 20 años, los temas de seguridad provenían de guerrillas financiadas por Cuba o Rusia para derrocar a los gobiernos impuestos por Estados Unidos en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá. Ahora es otro el problema, el cual tiene un carácter aún más transnacional que la acción guerrillera: el Crimen Organizado.

Como se comentó en artículo pasado (La Mexicanización de Centroamérica), se pidió que México interviniera directamente en las políticas de seguridad en la región para poder alcanzar resultados más tangibles en su lucha antinarcóticos interna, haciendo una homologación de acciones y medidas para que existiera ese bloque en contra de las bandas delictivas que han permeado las estructuras políticas y sociales de la región. Para esta propuesta, existió una oportunidad: la Primera Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad Centroamericana, que se llevó a cabo en la capital guatemalteca el 22 y 23 de junio pasados, con la participación de los Presidentes centroamericanos, México y Colombia; Primer Ministro de Belice, VP de República Dominicana y representantes del Sistema de Integración Centroamericana.

Felipe Calderón asistió con la canciller, Patricia Espinosa, quienes exigieron a Estados Unidos aportar los recursos equivalentes a las ganancias de los narcotraficantes para la lucha en contra de los cárteles, porque es impensable que si estas equivalen a $35,000mdd, tan solo en la cocaína, se combata el flagelo con solo los $2,000mdd prometidos por Barack Obama; además les reclamó sobre su industria armamentista que no ayuda en nada a la lucha y el incremento permisivo de consumo de drogas en EUA. Por lo tanto, propuso urgentemente que entre Centroamericanos se realizaran acciones basados en Reducir el consumo, la Prohibición de venta de armas, Aumento de la ayuda internacional y Coordinación regional en el combate; esto con el fin de que la violencia no llegue a la sociedad.

Otras propuestas mexicanas vertidas fueron las del Subsecretario para América Latina y el Caribe SRE, Rubén Beltrán, quien pidió homologar las acciones que lleva el gobierno mexicano desde el 2007 en contra del Crimen Organizado, con el fin de evitar duplicación de esfuerzos. Además, incluir a Centroamérica en la Plataforma México, un sistema sobre datos de investigaciones criminalísticas, penitenciarias y policiales. También se ofrecerá asistencia a la región para el fortalecimiento de instituciones de justicia, integración centroamericanos y combate a la corrupción, debido a que según el Presidente de México, es el principal factor que dio pie a que los narcotraficantes crecieran en la región.

Las propuestas Centroamericanas no distan mucho de las mexicanas. La gran mayoría de los países está optando por la compra de armamento, pedir ayuda a Estados Unidos como Costa Rica, y el incremento del presupuesto a las Fuerzas Armadas. A diferencia del gobierno nicaragüense, el cual promovió la creación de policías preventivos, proactivos y comunitarios, lo cual dice el Presidente Daniel Ortega que han convertido a Nicaragua en uno de los países más seguros de la región, lo que los ha hecho ser calificados como ejemplo centroamericano el año pasado en Panamá.

Otras propuestas diferenciadas de incrementar las acciones del ejército, fue la estadunidense de crear el impuesto de seguridad consecutivo a una reforma fiscal en cada país, a lo que los empresarios no estuvieron de acuerdo. Además la creación de un Fondo de Compensación regional, donde se administrarán los montos recibidos para la lucha por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), con sede en El Salvador, así evitando que cada país abuse del dinero en otros programas. Finalmente, Juan Manuel Santos (Colombia), ofreció capacitación y asesoría en inteligencia, además de la creación de un centro regional para combatir el lavado de dinero y el tráfico ilegal de armas.

El “Hermano Mayor” vuelve a voltear a su frontera sur de nuevo por cuestiones de seguridad, ahora intentando exportar sus acciones contra el narcotráfico llevadas a cabo desde 2007. No obstante, Centroamérica, quien está optando por la vía militar, debería de reflexionar para aprender de la experiencia mexicana y realizar primero acciones que fortalezcan las instituciones de justicia, además de erradicar la corrupción de estas, de la policía y demás aparatos gubernamentales involucrados. Debido a que este otro mal es el principal causante de la violencia e impunidad en México, provocando así una lucha sin resultados tangibles por los mexicanos.

Además, es de celebrarse que el gobierno mexicano voltee a ver su porosa e insegura frontera sur con el fin de encontrar una nueva vía de enfrentar el crimen organizado que venga desde la región andina. Pero también sería importante que reflexione con sus pares centroamericanos sobre nuevas maneras de combatir el narcotráfico mediante la promoción del desarrollo regional, la erradicación de la pobreza, la educación, el empleo y el aumento a los salarios; que son aun más urgentes para bajar la tasa de homicidios en Centroamérica, que equivale a 33.3 por día por cada 100mil habitantes.

México debería de aprovechar en esta coyuntura la premisa de Política Exterior del ex Presidente brasileño, Lula da Silva: Se ejercerá la no intervención, junto con la no indiferencia. De esta manera, actuar en la crisis social y de seguridad que existe en la región mediante el establecimiento de mecanismos para seguridad y desarrollo económico. Se debe priorizar el trabajo multilateral, porque solo unidos se podrá ganar la batalla en contra de la pobreza, desigualdad, la corrupción y la inseguridad.

lunes, 20 de junio de 2011

Agustín Carstens, cruzada por la dirección del FMI

20 Junio 2011
AETC

A mediados de mayo de 2011, el ex Director del Fondo Monetario Internacional (FMI), el izquierdista francés Dominique Strauss-Kahn, se enfrentó a una acusación por violación de acoso sexual e intento de violación a una mucama de un hotel. Estas acciones fueron catalogadas como movimientos políticos que se efectuaban desde Francia, donde el Presidente Nicolás Sarkozy, quien se prepara para las elecciones de 2012 con baja popularidad, deseó eliminar a su principal rival político de izquierda, dejando a la oposición de su país sin liderazgo político. A pesar de provocar un escándalo a nivel mundial y la dimisión del Director del FMI.

No obstante, la ausencia de la cabeza del organismo financiero estaba planeada; Nicolás Sarkozy tenía un as bajo la manga: su Ministra de Finanzas, Christine Lagarde, quien remplazaría a Strauss-Kahn, con el apoyo de Gran Bretaña y Alemania, así continuando con la tradición de que el Director del FMI debería de ser de origen europeo. Sin embargo, varios países levantaron la mano también para ocupar la vacante, rompiendo con la tradición, entre ellos Israel, Turquía y Sudáfrica, quienes poco a poco se fueron eliminando de la contienda; pero aún quedaba otro país que quería dirigir el FMI: México, con su Presidente del Banco Nacional, Agustín Carstens.

México, en su calidad de país emergente, nominaría a Agustín Carstens como primer candidato no europeo para dirigir el Fondo Monetario Internacional. El gobierno mexicano lo señala como al que salvó al país de una crisis más catastrófica en 2008, por su buen desempeño como Secretario de Hacienda. Como antecedentes al igual se menciona que Carstens fue Director Ejecutivo del organismo (1999-2000) y Subdirector Gerente del mismo (2000-2003), ganando experiencia y conociendo a fondo las actividades del FMI. Ante estas cartas, el mexicano continuó en la contienda hasta ser nombrado finalista y ser citado en las oficinas del Fondo para plantear sus propuestas durante el 20 y 21 de junio de 2011.

La principal propuesta de Agustín Carstens para el FMI es reformar su estructura de votación, restando importancia a los europeos y beneficiando a los países emergentes, los cuales, juntos, tienen una mayor participación en la dinámica mundial, teniendo la posibilidad de controlar en 50% la actividad económica internacional para 2012. Sugirió que las economías emergentes pueden dar las mejores soluciones y poder prevenir más fácilmente una crisis, debido a que están acostumbradas a lidiar con ellas, por lo tanto, debe existir una mayor participación de estas en los puestos directivos, áreas de Staff y asesores de crisis. Al igual, promueve mayor integración con el G20 y así evitar las decisiones unilaterales que las potencias económicas realizan, afectando a los países en vías de desarrollo.

Otras propuestas se basan en la asistencia a los países para la aplicación de las políticas macroeconómicas, revisión de las finanzas nacionales con el fin de prevenir las crisis, asistencias técnicas y la restructuración de las deudas para los países que ven impagables los montos que deben al organismo. En resumen, Agustín Carstens busca la inclusión de los países en vías de desarrollo al FMI para que pueda ganar legitimidad en este nuevo sistema internacional del Siglo XXI; así eliminando las tradiciones arraigadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Agustín Carstens reconoce su gran desventaja para la ocupación del puesto, debido a que en el Fondo Monetario Internacional, el voto es ponderado, es decir, el porcentaje de votación depende de las cuotas que cada país otorga. Estados Unidos a la cabeza tiene el 16.78% de votación, seguido por Japón, Alemania, Francia y Reino Unido. México solamente posee el 1.47% de los votos, seguido de Argentina con 0.87% y así sucesivamente en todos los países latinoamericanos. Por tal motivo, el actual Presidente del Banco de México, decidió realizar una gira por los países que podrían oponerse a otro Director del FMI europeo y que estén buscando por otras opciones.

Agustín Carstens viajó a España y Portugal, azotados por la gran crisis financiera europea que ha forzado a la Unión Europea a temblar ante los problemas en los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia, España); Brasil y Argentina, principales economías latinoamericanas; Canadá, Alemania; India y China, los antagonistas a Occidente; y Estados Unidos. En su gira internacional, comentó que es el mejor candidato porque conoce al FMI en 360°, además aseguró ser la mejor opción por tener los antecedentes y ser experto en solución de crisis.

En su gira internacional recogió adeptos. Doce países latinoamericanos lo apoyan: Belice, Bolivia, Colombia, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela; al igual España y el Banco Interamericano de Desarrollo. Sin embargo, no pudo obtener el apoyo brasileño debido a que Agustín Carstens es considerado uno de los grandes aliados de Washington. Al igual, por lo visto, Estados Unidos se aliará a Europa y aceptará a la candidata francesa de Nicolás Sarkozy. Pendientes todavía se encuentran los votos de Rusia, India, Sudáfrica y China.

Seguramente Agustín Carstens es el mejor candidato para dirigir el Fondo Monetario Internacional por ser un experto en el manejo de crisis financieras, además de conocer al organismo perfectamente; en esto coinciden los analistas financieros como Moody’s Latinoamérica, Capem Oxford Economic y Saxo Bank; sin embargo, también están de acuerdo en que Carstens no ganará la dirección debido a que los intereses de Estados Unidos, Europa y Japón giran en torno a conservar el status quo en la dirección del FMI, mediante la elección de un europeo, en este caso, la Ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, siendo la primera mujer que dirigiría el organismo. Las financieras concluyen que gracias a la candidatura sobresaliente de Carstens, se ha puesto a México en un puesto de respeto internacional al desafiar el sistema europeo y mundial de la posguerra, manejando, por primera vez en mucho tiempo, una decisión de Política Exterior mexicana sin depender de la opinión de Estados Unidos.

En contraste, la economía y la situación social de México no son cartas positivas para la candidatura de Agustín Carstens. Medios europeos sacan a relucir el aumento de la pobreza en 50%, una disminución en el salario real de las personas, menor distribución de la riqueza, menor calidad de vida en los mexicanos. Al igual atacan que los monopolios dominan la economía del país, aparte de no cumplir completamente con el pago de impuestos. Destacan que el financiamiento para educación y salud no existe, los bajos índices de México en comparación con los demás integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); finalmente concluyen que Agustín Carstens es un financiero tecnócrata.

Estados Unidos, Japón y Europa seguramente votarán en bloque a favor de Christine Lagarde, seguidos de los países africanos, siendo suficiente para obtener la dirección del FMI. Los BRICS, tal vez, se esperarán a la otra oportunidad de renovación para postular a un candidato conjunto, debido a que en esta ocasión se mostró una gran falta de cohesión entre estos 5 países emergentes. Los únicos apoyos de Carstens terminarían siendo los países latinoamericanos y España, tal vez si no es forzada por Europa para votar por Lagarde. No obstante, es probable que la candidatura mexicana de Agustín Carstens abra camino para que los países emergentes puedan adquirir mejores posiciones directivas dentro de los organismos internacionales financieros.

lunes, 13 de junio de 2011

Real Politik a la Hugo Chávez en América del Sur.

13 Junio 2011
AETC

La realidad sudamericana actual no se puede entender sin conocer a Brasil y Venezuela, especialmente al ex mandatario del primero, Lula da Silva, al igual que al carismático y estratega Presidente del país petrolero: Hugo Chávez. Indiscutiblemente estas dos naciones son líderes en el subcontinente porque lideran las políticas sociales, económicas y comerciales a seguir; además de conformar las alianzas estratégicas en la región.

Ambos países han estado conscientes de su relevancia en el sub continente, por lo que acordaron realizar, desde 2007, reuniones trimestrales para fortalecer las relaciones bilaterales. No obstante, a pesar de las excelentes relaciones con el predecesor de la actual Presidente de Brasil, Dilma Rousseff, y el mandatario venezolano; además del gran intercambio comercial bilateral donde la ventaja está para el gigante sudamericano con $4,600 mdd. No se había efectuado la visita trimestral, programada para abril de este año por falta de tiempo en agendas, llevándola a cabo hasta el 6 de junio de 2011, dando pie a rumores sobre distanciamiento entre ambos países.

Dilma Rousseff recibió a Hugo Chávez en Brasilia, donde firmaron 10 acuerdos bilaterales, al igual que diversos proyectos entre el sector privado brasileño y el gobierno venezolano en materia de Agricultura, Biotecnología, Ciencia, Comercio, Desarrollo Industrial, Energía, Financiero, Infraestructura, Medio Ambiente, Tecnología y Vivienda. Además, el mandatario venezolano llevaba en su agenda la presión indirecta para su entrada completa al Mercosur, actualmente bloqueada por el Congreso paraguayo.

Según Hugo Chávez, una nueva era comercial se abre entre los dos países con modelos de cooperación y complementariedad económica bilateral, muy distinta a la competencia neoliberal. Por medio de inversiones privadas y públicas para el desarrollo de los pueblos de ambas naciones. Sin embargo, a mi parecer, no existe ninguna diferencia en las visitas normales de países que el mandatario venezolano acusa de neoliberales, debido a que millones de dólares se encuentran en juego para inversiones que benefician a las empresas transnacionales brasileñas, instituciones crediticias y la estatal PDVSA.

1.       Construcción de una refinería por parte de Petrobras-PDVSA con una inversión de $8,000 mdd. Esta unidad pretende ser construida por ambas empresas, aunque la venezolana aun no ha invertido dinero en el desarrollo.
2.       Construcción de un astillero por PDVSA para los países del ALBA en el Estado venezolano de Sucre por $637mdd. Dicho financiamiento se dará por parte del brasileño Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) al igual que por empresas locales.
3.       Odebrecht invertirá 4,000 mdd para el programa Misión Vivienda en Venezuela. Además la construcción de infraestructura: Metro, puentes, hidroeléctrica Tocoma en Guayana, Agroproducción en Anzoátegui.
4.       Brasil invertirá en la consolidación de la banca popular venezolana y la construcción de viviendas, después de las lluvias que azotaron a ese país a principios de 2011.
5.       Compra de 30 aviones comerciales de Embraer por parte de Venezuela

Dilma Rousseff celebró las inversiones y los acuerdos que se están llevando a cabo entre ambos países, destacando que las empresas brasileñas tienen plena confianza en la política económica del Presidente Hugo Chávez, además aseguró que ellas seguirán colaborando con el desarrollo social de Venezuela mediante la construcción de plantas hidroeléctricas, carreteras, redes de metro, siderúrgicas, petroquímicas e infraestructura naval.

Hugo Chávez, por su parte, pidió a Brasil continuar con el liderazgo bilateral en satisfacer las necesidades básicas de ambos países; al igual le sugirió no dejar de lado su protagonismo para la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en la reunión que se llevará a cabo el 5 y 6 de julio de 2011 en Caracas; esto con el fin de ayudar a crear una zona de paz en América del Sur y seguir evitando la injerencia de Estados Unidos y Canadá en los asuntos latinoamericanos-caribeños.

Venezuela conoce como tratar a Brasil, basándose en la disparidad económica, política y social que existe entre ambos países. Hugo Chávez aquí no actuaría como el protagonista, ni iría a lanzar su discurso ofensivo hacia los que él considera “imperialistas”, debido a que Dilma Rousseff, seguramente, no se quedaría callada ante ataques hacia las potencias con quienes tiene excelentes relaciones: Estados Unidos y Europa. Además, Hugo Chávez iba solamente en búsqueda de inversiones brasileñas en Venezuela, viendo a este como su gran benefactor; al igual trataría de obtener ayuda financiera del gigante sudamericano a la economía venezolana.

Muy distinta sería la actitud y el trato que Hugo Chávez recibiría en su segunda parada en su gira sudamericana: Ecuador, uno de sus países aliados. Aquí el Presidente venezolano ocuparía el papel inverso que en Brasil, se comportaría como el benefactor de Ecuador, mediante la inversión de $50mdd, de $66mdd, para la creación de un fideicomiso mercantil, el cual tendrá por objetivo el establecimiento de las empresas “grannacionales”, en vez de transnacionales; las cuales serían un tipo de Joint Venture para satisfacer las necesidades de la población. Las primeras “grannacionales” se encargarían de la construcción de vivienda, material textil, plástico, flores, café y el comercio de plátanos.

A parte de la carta de las “grannacionales”, Hugo Chávez tendría una inversión aún más importante: la construcción de la petroquímica Refinería del Pacífico, con una inversión de $12mil mdd, con miras a inaugurarse en 2015. Al igual, se sumarían otros acuerdos de estrecha cooperación entre Petroecuador y PDVSA.

El gobierno venezolano y su política exterior petrolera, guiada por PDVSA, vuelven a mostrar que el socialismo de Hugo Chávez también tiene signos de dólares, al igual que las demás empresas transnacionales en el resto del mundo. Además, Venezuela sigue afianzando su influencia en la región mediante intereses económicos, comerciales y energéticos; porque bien sabe que los lazos más estrechos y la integración se basan en factores reales, no solamente en ideologías que corren el riesgo de cambiar de un gobierno a otro. Eso es la Real Politik, forma en la que Estados Unidos junto con las demás potencias llevan a cabo en su Política Exterior, de la que Hugo Chávez se ha mostrado es un gran seguidor y un excelente alumno.

martes, 7 de junio de 2011

Ollanta Humala, Presidente en el “milagro económico peruano”.

7 Junio 2011
AETC

El mundo aun tiene muy reciente la crisis de 2008 que ha dejado casi paralizada a las instituciones europeas, al igual en América Latina se recibió el golpe, donde México y Venezuela fueron los más afectados. La crisis provino de Estados Unidos y lógico sería que los menos afectados serían las economías menos apegadas a la de Washington; sin embargo, en la región no sucedió así, debido a que, sorpresivamente, Perú emergería y tendría el crecimiento más alto de la zona.

Perú, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), lideraría a América Latina económicamente hasta 2015, posiblemente uniéndose al club de los países emergentes, después de haber triplicado su Producto Interno Bruto (PIB) desde 2000 y mantener crecimiento arriba del 7%. Estos datos reflejan lo que se dice el “milagro económico peruano” el cual tiene su origen en las inversiones que lograron un boom minero, donde Brasil tiene gran participación; dicho auge minero, en inversiones y exportaciones, además devino en un alza de exportación en productos agrícolas hacia la región.

A pesar de los positivos indicadores del PIB, inflación y competitividad en Perú, los habitantes parecen no estar tan convencidos de este gran auge económico. Debido a que datos revelan que aún 72% de los peruanos viven y trabajan en mercados informales, al igual 86% viven con S/1,000 al mes (4,000 pesos mexicanos), precio que no alcanza a cubrir la canasta básica nacional; todo esto incluyendo que Perú invierte solamente el 0.2% PIB en Ciencia y Tecnología, con lo que no está asegurando del todo su futuro innovador.

En el contrastante contexto de bonanza minera y desigualdad social, Perú eligiría a su nuevo Presidente, durante segunda vuelta electoral. En las boletas aparecerían solamente dos opciones: Keiko Fujimori, hija del ex Presidente Alberto Fujimori, encarcelado por crímenes de Lesa Humanidad; o el comandante Ollanta Humala, ex militar izquierdista, tantas veces relacionado con los tintes dictatoriales del Presidente de Venezuela durante las campañas electorales de 2006 y a la que se refiere este escrito.

Durante la campaña electoral peruana, ambos contendientes intentaron una y otra vez divorciarse de su pasado. Keiko Fujimori, a pesar de creer que su padre era el mejor Presidente que el país pudo haber tenido, debido a que gracias a él, Perú vivía el “milagro económico”; trató de divorciarse de las acciones dictatoriales del ex mandatario, notándose con mayor énfasis durante  el debate televisivo, donde Fujimori respondía a Humala que si quería debatir con su padre, que podría hacerlo con él personalmente. No obstante, su divorcio al periodo de su padre no se creyó debido a que Keiko no incluyó los temas de Derechos Humanos ni Anticorrupción en su plan de gobierno, lo que fue considerado su más grande error de campaña.

Por el otro lado, el “comandante” Ollanta Humala tampoco tenía una buena imagen ante varios sectores peruanos, específicamente los de clase alta y media. Las relaciones con las actitudes dictatoriales de Hugo Chávez en la campaña de 2006 generaron desconfianza en los empresarios y la prensa peruanos quienes temían que les estatizara sus propiedades a su antojo, como ocurre en Venezuela. Aunado a esto, el discurso radical del izquierdista no ayudaba para que estos sectores confiaran en él: Ollanta Humala decía que los empresarios no amaban a Perú, porque lo malbarataban y lo regalaban al mejor postor, además decía que había una “oligarquía” que podía quitar al actual Presidente como ponerlo cuando les conviniera, por medio de fraudes, razón por la cual, según él, debía de ganar con más de 3 puntos porcentuales, sino corría el riesgo de que la “oligarquía” le robara la elección.

Finalmente, el 5 de junio de 2011, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), presentó los resultados de la elección donde Ollanta Humala era electo como Presidente con una diferencia menor a un punto porcentual, brecha que se abriría hasta separarse de su rival por más de tres puntos. Perú, un país que ha estado en el espectro de la derecha por más de 20 años, lograba un mandatario de izquierda como sus vecinos sudamericanos. Pero ¿qué hizo que los peruanos votaran por el comandante Humala?

El comandante Humala, quien inició la campaña con menos del 15%, logró subir en dos meses hasta la Presidencia debido a su moderación en el lenguaje. Humala cambió hacia un discurso más amistoso con los empresarios, además, para no atemorizarlos, aseguró que no tendría el plan de gobierno de Venezuela, sino el brasileño de Lula da Silva, personaje que respeto la disciplina financiera y macroeconómica de su país, junto con las inversiones extranjeras. Sumado a esto las revelaciones de Wikileaks fueron de gran ayuda, donde se manejaba con se planeó catalogar a Humala como “un peligro para el Perú” en las campañas de 2006. La estocada final vendría con la relación que se hizo entre el actual Presidente, Alan García, y la candidata opositora; junto con las acusaciones de esterilización masiva durante el gobierno de Alberto Fujimori; y la alianza sorpresiva del Premio Nóbel, Mario Vargas Llosa, con el nacionalista.

Un refrán dice: “Más vale malo por conocido, que bueno por conocer”, sin embargo este no se pudo aplicar a la elección peruana. Tanto Ollanta Humala como Keiko Fujimori eran temidos por sus opositores, no obstante el miedo que imperó más en la elección fue el que Alberto Fujimori saliera libre si su hija fuera electa, convirtiéndose posiblemente en la cabeza del nuevo gobierno. En contraste, los mercados financieros del “milagro peruano” no tomaron con calma la elección de Humala como Presidente, cuando se dio el “lunes negro” en Lima con la mayor caída de la Bolsa de Valores de Lima, provocando una devaluación en la moneda peruana debido a la masiva liquidación de activos; obligando al Banco Central a tomar medidas para evitar un mayor caos.

Se espera que Ollanta Humala continúe el “milagro peruano”, no solo en la eliminación de la pobreza y la desigualdad, sino también en los aspectos que importan a los inversionistas y a los grandes empresarios mineros; si es que quiere seguir siendo considerado un seguidor del “modelo de Lula da Silva. Sería de gran beneficio que los mercados bursátiles confiaran en su capacidad como Presidente, pero esto se logrará si desaparece su discurso radical a uno conciliador, como el del mandatario brasileño que pretende emular.

Además de la economía, el comandante Ollanta Humala deberá de enfrentar la creciente violencia del país originada por el narcotráfico, debido a que, según el World Drug Report 2009, Perú es el segundo productor mundial de la hoja de coca, y su vecino, Brasil, ha duplicado su consumo de estupefaciente, lo cual convierte al país andino un tránsito indispensable para los cárteles de la droga. La guerrilla también es un problema de seguridad, con el refuerzo de las FARC al casi extinto grupo subversivo peruano, Sendero Luminoso. En este aspecto, el Presidente electo aseguró que daría continuidad a la actual estrecha cooperación con Colombia, Estados Unidos y México en el rubro.

A pesar de tal cercana cooperación con los gobiernos de Bogotá, México y Washington, es probable que Ollanta Humala dé un vuelco a su Política Exterior, estrechando vínculos con Brasil, principal inversionista minero en el país, y con Argentina, esto con el fin de ingresar al Mercosur con plenos derechos. Dando prioridad a la organización internacional sobre el Acuerdo Pacífico, firmado el 28 de abril, por los Presidentes de Chile, Colombia, México y el saliente peruano.

Bolivia será un país clave en la Política Exterior de Humala, debido a que según palabras del comandante, Perú y Bolivia solamente han estado separados 180 años, pero juntos más de 1,500. Además, Evo Morales, al igual que Ollanta Humala, se ha caracterizado por ser un partidario de los pueblos indígenas. Aunado a esto, el comandante prioriza en su Política Exterior una comunidad energética sudamericana, siendo Bolivia uno de los grandes exportadores de Gas Natural en la región; sin embargo, esta carta no podrá ser jugada sin la aprobación de Hugo Chávez, quien lleva la batuta en cuestiones energéticas sudamericanas y quien tiene una gran injerencia en los asuntos de Bolivia.

No todo será amigable, debido a que los problemas podrían venir desde Chile, país con el que Perú mantiene un litigio en la Corte Internacional de Justicia. Además, el Presidente chileno, Sebastián Piñera, ya ha mostrado su disgusto con Ollanta Humala, hasta el punto de advertir que si el comandante salía electo, Santiago rompería relaciones con Lima. Este juego podría beneficiar a Bolivia y dar a Humala un posible canje por gas boliviano, posiblemente un incremento a la concesión peruana del puerto de Ilo, como una opción a la problemática salida al mar de La Paz; jugando un factor muy temido por Chile.

Si Ollanta Humala sigue correctamente el plan de Lula da Silva y no el de Hugo Chávez, seguramente continuará con el “milagro económico peruano”, ahora llevándolo a la gente que aun no percibe la bonanza económica. Además no cabe la mínima duda que el próximo Presidente del Perú dará un nuevo toque a la región sudamericana, y porqué no latinoamericana, debido a que promete ser un gran participante en la arena regional.